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Inteligencia Artificial: evolución en la función de Compras

El mundo está en continuo cambio. Cambios sociopolíticos, cambios geoestratégicos, cambios medioambientales, cambios tecnológicos… Nuestra compañía, Moeve, perteneciente al sector de la energía, se ha visto históricamente impactada de una u otra forma por estos cambios, y si cabe de manera algo más particular debido a los escrupulosos controles y las rígidas regulaciones que rigen este sector. Por ello, la compañía se ha ido activamente adaptando a las nuevas necesidades demandadas en cada momento.

De entre estas demandas, el ESG, o como se llama ahora, la sostenibilidad, siempre ha sido un pilar fundamental para la compañía desde su creación, como compañía energética que es. En los últimos años, la sostenibilidad se ha convertido más que nunca en una prioridad global, abriendo las puertas a lo que se ha denominado Transición Energética. Un cambio de paradigma, con especial énfasis en Europa.

Esto es lo que motivó que nuestra compañía tuviese que arrancar su particular proceso de transformación en 2022, con el plan estratégico Positive Motion, y con el propósito de transicionar progresivamente desde las energías fósiles hacia las energías sostenibles, en concreto las basadas en moléculas verdes, como el hidrógeno verde y los biocombustibles de segunda generación, junto con la producción de productos químicos sostenibles y la movilidad eléctrica ultrarrápida. Un plan con la ambición de convertir a la compañía en un referente de la Transición Energética en Europa y un acelerador de la descarbonización, que la llevó a lanzar a finales de 2024 su nueva marca, Moeve, tras más de 90 años como líder en el sector energético bajo el nombre de “Cepsa”.

Tantos y tan profundos cambios estratégicos y organizativos requieren de una agilidad y una resiliencia sólo posibles si se dispone de una sólida cultura de innovación y tecnológica, algo siempre necesario e impulsado en Moeve. En los últimos tiempos, y junto con el auge y la rápida evolución de las tecnologías de la información, dicha cultura ha permitido consolidar el imprescindible marco digital que facilite la mencionada transformación; marco materializado en el plan Green Digital.

En este entorno, la Función de Compras de Moeve, llamada Global Sourcing Solutions, ha heredado ese espíritu de constante innovación y digitalización, identificando e integrando aquellas soluciones que más valor puedan generar a los procesos de compras, y con ello a los resultados exigidos por la compañía. La estrategia de digitalización de la Función ha ido evolucionando en función de los factores externos, los internos y los tecnológicos, y ha quedado plasmado en varios ejercicios de Transformación Digital, con proyectos estratégicos que han ido desde soluciones P2P y herramientas de eSourcing y Gestión de Proveedores, hasta los actuales Data Analytics y proyectos agile, pasando por Tail Spend Solutions (Amazon Business, del que fuimos pioneros en España), RPAs, automatizaciones, etc.

Y este es el escenario que nos encontramos en Compras. Una nueva compañía, nuevos retos, nuevas estrategias, escenarios inflacionistas, riesgos crecientes de disrupciones de suministro, transición energética, y un sector digital evolucionando exponencialmente. Y dentro de esto último, la tecnología en tendencia: la Inteligencia Artificial. Toda una revolución cuyo impacto es equiparado por algunos expertos con el que tuvo la Revolución Industrial en su día. Un futuro cada vez más materializado, ya no sólo por el despliegue que está siendo realizado a nivel global en todos los ámbitos, sino también por las significativas inversiones en las que se ha estado incurriendo tanto por las Big Techs como por cada vez más Administraciones, o las intensas “guerras” tecnológico-comerciales por su control global (por poner un ejemplo: EEUU (OpenAI, Big Techs) versus China (DeepSeek)). El futuro haciéndose realidad gradualmente.

Pero, ¿y en Compras? Estudios de reconocidos expertos del ámbito de Compras confirmaban ya en 2024 que la IA estaba gradualmente siendo implantada en cada vez más Funciones de Compras: 15% aseguraban ya tenerlo implementado, y otro 45% aseguraban tener planificada su implementación a corto-medio plazo.  

En nuestro caso, desde que tuvimos conocimiento en Compras del imparable avance de la IA, tuvimos claro que era una nueva oportunidad que había que ver cómo aprovechar para seguir consolidando nuestra posición estratégica dentro de la compañía, tanto a presente como a futuro, como impulsores de la innovación y la transformación digital. Queríamos ser pioneros, como en otras ocasiones. Y así es como ideamos allá por finales de 2023 nuestro Proyecto de Implantación de la IA en la Función. 

El proyecto comenzó con una fase inicial de Discovery: necesitábamos conocer en profundidad la IA, su taxonomía, sus usos, cómo se puede implementar en una Función como la nuestra, casos de éxito, cuáles serían los mayores retos. En esta fase, las acciones se diferenciaron entre fuentes externas y fuentes internas. A nivel externo, la recopilación y análisis de información se hizo a través de formaciones, eventos, consultas a expertos, demos con proveedores de software que ya estaban integrando la IA, e incluso pruebas con IAs disponibles a modo personal (p.e. ChatGPT en aquel momento). A nivel interno, se iniciaron varias iniciativas en coordinación con las áreas estratégicas de Digital e IT: PoCs y pilotos de desarrollos con IA (p.e. gestión documental), workshops, brainstormings, identificación de procesos e iniciativas potenciales, e iniciativas con Copilot Edge y Copilot M365 (Microsoft).

Las conclusiones que extrajimos de la fase de Discovery es que había muchas ideas de uso, pero apenas casos reales de éxito en aquel momento; que había básicamente dos opciones de implementación: usar la IA a través de funcionalidades embebidas en los software ya existentes, o programar desarrollos adhoc basados en IA (programación in-house o externa); que los casos de uso recopilados estaban principalmente orientados a proyectos de desarrollo adhoc basados en la IA, lo que implica tiempo, inversión y cálculo de retorno, y lo que a su vez implicaba elevar el grado de esponsorización interna; que las funcionalidades con IA incorporadas en los softwares que ya teníamos tenían todavía recorrido de madurez; que la Ciberseguridad y el Change Management eran (y siguen siendo) puntos vitales a tener en cuenta; y que las soluciones de IA iban apareciendo y evolucionando continua y vertiginosamente, surgiendo alternativas más rápidas de implantar, más desarrolladas, más económicas, y seguras de usar (con el visto bueno de nuestra Ciberseguridad), como por ejemplo Copilot.